martes, 20 de julio de 2010

REFLEXIONES

Hoy más que nunca creo firmemente que "obras son amores y no buenas razones"...

Me dices que sí, que me quieres. —Bien, pero ¿me quieres como un avaro quiere a su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer?
—¿No? —Entonces no me quieres.

Cuando se quiere, cuando se ama de verdad, la mirada del corazón no se aparta de quien se ama.

Hoy quiero retomar un tema que se desarrolla y que se basa en la teoría del Dr. Gary Chapman sobre los cinco lenguajes del amor .

En primer lugar hay que diferenciar el amor condicional (el que está basado en los logros o el rendimiento) del amor incondicional (aquel que acepta al otro por lo que es, no por lo que hace).

Desde pequeños conocemos el amor condicional; ese que se basa en las expectativas, y en el que nos entrenan mediante regalos, recompensas o privilegios siempre que cumplamos dichas expectativas. De esta manera vamos desarrollando un autoconcepto en el que tiene mucho peso lo que los demás piensen de nosotros y nos transmitan. Sin embargo, todos necesitamos amor incondicional, una aceptación sana y sin condiciones por encima de nuestro atractivo físico, nuestras capacidades, nuestras limitaciones, nuestros errores o nuestros aciertos. El amor incondicional supone un respeto intrínseco de la persona, lo que no significa tolerar o apoyar cualquier acción o actitud, y contribuye al desarrollo de una autoestima saludable.

Hecha esta distinción hablemos de las cinco maneras básicas en las que las personas, según el Dr. Chapman, expresan y reciben amor: el contacto físico, el tiempo de calidad, los regalos, las palabras y los actos de servicio. Cada persona tiene uno o dos lenguajes con los que le resulta más cómodo expresar amor. Necesitamos que los demás también nos expresen amor en dicho lenguaje, y no sentiremos frustrados si no lo conseguimos. Lo ideal sería dar y recibir amor en todos los lenguajes porque así nos comunicaríamos más fácilmente con un mayor número de personas. Veamos cada uno de los lenguajes:

  1. El contacto físico: Es una de las formas más directas y sencillas de comunicación entre los seres vivos, porque no requiere palabras, y es especialmente importante cuando una persona está enferma o triste. Hay quien evita el contacto físico o lo reduce a lo imprescindible.
  2. El tiempo de calidad: Es aquel que se comparte sin presiones ni obligaciones, por puro placer, sin un objetivo que cumplir. Permite conversar y escucharse sin prisas. Ayuda a crear confianza y lazos emocionales.
  3. Los regalos: En la sociedad consumista que vivimos el regalo ha perdido parte de su sentido más noble. Además, es tentador, porque lo más sencillo es hacer regalos de forma indiscriminada para no utilizar los otros lenguajes o sustituirlos. Hay que dar y recibir regalos (que no necesariamente tienen que ser objetos frívolos o innecesarios) con espíritu generoso.
  4. Las palabras: A través de ellas explicitamos nuestra aprobación o desaprobación hacia los demás. Las palabras que decimos a los niños tienen un gran poder porque ellos creen que pensamos sinceramente todo aquello que decimos. Las palabras de amor y cariño, los elogios sinceros, se dicen casi sin pensar pero dejan una huella imborrable, independientemente de la edad.
  5. Los actos de servicio: Son algo que se hace, no por necesidad u obligación, sino de forma generosa para ayudarse a sí mismo o los demás. Los adultos pasamos gran parte de nuestra vida cuidando a los demás a través de estos actos de servicio, lo cual resulta física y emocionalmente exigente. Por esta razón, es útil parar de vez en cuando y recuperar el espíritu de cuidado en estos actos.

Esta teoría de los cinco lenguajes del amor me ha hecho caer en la cuenta de que yo utilizo mucho el lenguaje de los actos de servicio. Hacer cosas por los demás, cercanos o incluso desconocidos, me resulta fácil y gratificante. No me cuesta tener en cuenta a los demás, hacerles pequeños (o grandes) favores, hacer la vida más fácil a otros, aunque no siempre reciba lo mismo. Sin embargo, creo que la gente que me quiere o dice quererme no valora lo que yo hago.

Una vez dicho esto, debo decir que existe un tipo de gente que es capaz de utilizar estos cinco lenguajes a su antojo, de manera fría y falsa. Lo cual, siempre provocará un daño irreparable. Cuidaos bien de ellos.

Sed buenos..... ¡¡Como siempre!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste...Muy muy triste...

Tomás dijo...

Triste es que un capullo te prometa el oro y el moro, y que luego te la esté pegando con otra eso es triste,

Triste es que la gente prometa y perjure amor eterno o amistad sincera y luego desaparezca sin una explicación medianamente razonable.

Triste es tener que ver todos los días a la persona de la que estás enamorado y no poder besarla

Triste es entregar tu corazón a alguien y ver que la otra persona no lucha, eso es triste,,,,

Prefiero ser frio, distante e incluso hiriente (que no lo he sido), si con eso olvido antes. Ahora solo me queda ser egoista, y esperar a encontrar a alguien con quien practicar los cinco lenguajes del amor..

Dicho esto, en mi blog escribo mis experiencias y la de los demás, nadie debe sentirse aludido, ofendido o atacado por mis palabras, más bien en todo caso, se pueden sentir identificados...

Dicho esto último, no mediré mis palabras nunca en mi blog, no busco hacer daño en ellas, podéis estar de acuerdo o no, pero en ellas no hay ataques, ni mensajes subliminales, Solo ideas pensamientos, y verdades, pero como ya he dicho, podéis estar de acuerdo o no.

Saludos a todos los anónimos

FoCa dijo...

AMEN AMEN AMEN...Suenan campanas de fondo, como las ultimas q oimos juntos...Estos momentos se merecen musica celestial.