Anoche dormí acompañado de una agradable compañía, insaciable y voraz la cual no me permitió ni un minuto de descanso. La conocéis de sobra, a más de uno ha acompañado en sus noches de verano e invierno.... Insomnio, así se llama, ese estado al cual a todos nos molesta tener por compañero. Vueltas y más vueltas sobre mi cama deshecha, mil y una postura sin conseguir el sueño deseado. Preguntas, respuestas, historias reales y ficticias, sueños y esperanzas, todos ellos tuvieron lugar anoche en mi cabeza y todas terminaron en un agotador pero reparador sueño.
Ayer tarde fue otra tarde de lágrimas, pero esta vez sin sudores ni invitaciones que no supe interpretar hasta pasado un buen rato. Al descolgar el teléfono ya la noté rara, así que fui a su encuentro. Y allí estaba ella, esperándome como si supiese que yo iba a pasar por aquella calle. Con voz profunda, ojos rojos y alguna que otra lágrima me dijo que después de siete años lo había dejado con su novio... Quien bien me conoce sabe que no soy de abrazos y siendo fiel a esto, me dispuse a contarle un chiste... Si lo se, es extraño que yo cuente un chiste, con mi gracia sevillana y el arte que me caracteriza.... Le conté el de la rana de boca grande... Con cara de asombro me miró por encima de sus gafas y con un pequeño esbozo de sonrisa me dijo "Que poca gracia tienes contando chiste"... No cabe duda que eso es una gran verdad, pero también es cierto, que le arranqué un sonrisa y a partir de ahí fue todo mucho más fácil. Ya comenzaba a vislumbrar el nuevo camino que por narices tendría que tomar.
Es muy fácil arropar a la gente, acariciarles el lomo en señal de lástima. Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el lomo, pero hay situaciones que requieren una respuesta rápida y contundente, no hay tiempo para lamentaciones ni llantos, ya habrá un momento para ello. Pero hoy no, hoy toca rearmarse, y marcar la senda que nos toca patear. Quién recogerá esas lágrimas que hoy derramas? Se las llevará una almohada o caerán al suelo
sin ningún tipo de gloria. Al ver que sus ojos volvían a tornarse de lágrimas, volví hacer uso de mi desarrollado sentido del humor..... y saqué mi iphone y le puse un video de un monólogo.... De nuevo conseguí hacerla reír..... Dios bendiga a Apple... Después de un par de horitas se fue para casa con la cabeza alta, y con el corazón roto pero con los vendajes para su cura.
Él nunca lo haría..... Nunca se abandona a un compañero..
El título del post es debido a que estaba sonando "niña pastori" (Tu me camelas)
Sed buenos
No hay comentarios:
Publicar un comentario