CONFIANDO

Hoy me sorprendo al escucharme hablar con mi amigo y fiel escudero. Éste sin saberlo, me sirvió de consejero. Es curioso lo raro que se me hace despertarme todas las mañana y que solo tenga el pensamiento de saber de mi renacuaja, saber si ha soñado conmigo, o que me cuente si los miedos y las pesadillas le han producido insomnio, o escucharla para recordarle que sigo durmiendo con la camiseta de rayas blancas y azules para que no

te confundas. La falta de experiencia, o de madurez en el tema de relaciones de noviazgo, han producido en mi una inseguridad desconocida del todo. No poder ver a mi niña, no saber si está riendo, si está triste, o por el contrario si me echa tanto de menos como yo a ella, me ha llevado a estar unos días tonto con ella. Solo puedo rectificar pedirle perdón e intentar estar "más mejó" para no quitarle esa sonrisa tan fea que tiene.

La falta de confianza en esa persona, la inseguridad de creer aquello que no se ve, la incertidumbre de no oír la respuesta esperada o deseada. La confianza es un don, una virtud que por mucho que la eduques siempre tendrá un lado dudoso. La fe ciega en una persona, la tranquilidad palpable de poder dejar tus secretos, tus valijas, tus sentimientos en mano de una persona es una capacidad que me he jactado de predicar, y que recientemente me he tenido que plantear seriamente. Pero este miedo absurdo está basado en una inseguridad de uno mismo, debemos aprender confiar y vivir el momento. Es cierto que lo que la suciedad (sociedad) nos enseña todo lo contrario, y a veces, sin querer nos contagiamos de esa errónea enseñanza.

Que somos una sociedad falsa e hipócrita es algo que no dejo de gritar por este medio virtual, nos empeñamos en ser lo que no somos. Somos gente aparentemente sonrientes y agradables cuando vemos a un viejo "amigo", al cual saludamos con un efusivo grito o un tierno "hola cari" o un caluroso abrazo, pero en cuanto nos damos la vuelta somos capaces de poner verde a la persona saludada.

Nos encontramos en puestos de trabajos en los que todos son personas alegres, y aparentemente "buena gente", pero la realidad es que todos van su bola, nadie se preocupa de nadie. Personas que solo muestran sus mejores caras porque así lo estipula la sociedad. Los cánones de belleza de esta sociedad corrupta y mal oliente son, ser guapo, cuerpo diez, simpático y gracioso a todas horas. Claro, esto es lamentable porque realmente es todo falso. No tiene nada de sincero sonreír y bromear con la gente si a la hora de la verdad no podemos contar con esa persona.

Hoy me contaba la más bigotuda de las focas, como un compañero suyo la definía como inaccesible. Y por Dios que el que piense eso de ella no es más tonto porque no entrena. Inaccesible es una persona la cual no puedes conocer por motivos varios. Una persona que hace gracias, chistes, es animoso, divertido, entretenido no es una una persona accesible, la sociedad te vende que una persona así es accesible... Sin embargo, una persona que cumple con su trabajo, que es cortés con la gente, que pregunta cosas relevantes y no pamplinas, que es seria en su puesto de trabajo, que no admite ciertas bromas mientras realiza su trabajo o fuera de él, que se puede contar con ella en cualquier momento.... esta es una persona inaccesible.

Debemos aprender a preocuparnos y confiar en el ser humano, pero no a lo loco, sino poco a poco (sin dudar), manteniendo la distancia inicialmente, facilitándole cierta información personal para ver como la utiliza, y por su puesto lo que tantas veces he dicho, "obras son amores... y no buenas razones"... Que me resalten todas mis buenas virtudes no significa que sea una persona buena, ni accesible, así que antes de llamar a alguien soso, inaccesible, o serio, pensemos lo que queremos decir...

Sed buenos