viernes, 9 de enero de 2009

DESDE LA BARRERA....

Lo mío no son las sorpresas ni ser centro de atención de nada. Me gusta pasar desapercibido, no por timidez sino porque desde la barrera se ve todo con más claridad. Distingues rápidamente al bueno del malo, al sincero del falso, al traidor del leal, al honrado del ladrón, al amigo del enemigo… Es cierto, que esto no es una ciencia exacta y en contadas ocasiones te equivocas, pero como he dicho, son contadas ocasiones.

Quizás esta posición discreta que procuro llevar en todos los temas de mi vida es la que me hace a veces, meterme en asuntos que cualquier otro haría caso omiso. Sin embargo, yo los considero un deber y, en algunos momentos, un placer involucrarme en temas que no me afectan a mi directamente pero si a un amigo, a un conocido, y hasta a un desconocido. No intervengo para solucionar el rompecabezas, sino para dar una visión distinta y objetiva de la realidad. Tampoco tercio en el dilema porque considere que yo sea poseedor de la verdad absoluta. Participo con el fin de ayudar. Y por supuesto, no espero recompensa alguna por ser como soy y hacer lo que hago.


Sin embargo, los Reyes Magos, que todo lo saben y todo lo ven, han decidido tener un presente conmigo. Aun no se el motivo de tanto honor, porque lo que es portase bien,no me porto, y es cierto, que por primera vez, en mi corta o larga vida (según se compare), no he escrito la carta.

Que los tres de Oriente no existen es una de las grandes mentiras de esta sociedad falsa e hipócrita que se jacta de presumir de buenas intenciones sin poner los medios para ello. Reside en cada uno de nosotros la magia de ser rey por un día, está en nuestra mano hacer felices a los que queremos. Tenemos el poder suficiente de arracar una sonrisa a nuestros hijos (quien los tenga), y está en nosotros demostrar al mundo, que nos preocupamos los unos de los otros.

Todo hombre que aprecie su infancia, recuerda haber visto a los Reyes Magos, o escuchar al camello, o verle la capa, o algo relacionado con ellos. Yo la última vez que los vi tendría 8 años. Y hoy, cerca de abandonar los veinte, vuelvo a reafirmar mi creencia en sus Majestades de Oriente. Llevo tiempo sin verlos, pero ayer, me vi "sorprendido" con un regalo a manos de un par de pajes reales. Quien me iba decir a mi, que mi leal amigo y su hermosa novia eran los pajes oficiales de SS.M.R. Y aunque no se me da bien exteriorizar mis sentimientos, aprovecho estas líneas para deciros que vuestro gesto me llenó de alegría, y que me faltan las palabras para explicaros los feliz que me hicisteis, y lo mucho que os lo agradezco.


Habeis sido el mejor final para estas fiestas tan raras y diferentes que me ha tocado vivir.


Gracias

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los Reyes Magos han decidido que te has portado como un verdadero amigo y sabiendo que tus navidades no iban a ser las más faciles en tu "corta" vida han decidido traerte un presente en nuestras casas, para nosotros ha sido un verdadero honor ser sus pajes por un día.
Esperamos que te gustara porque ha nosotros nos ha encantado ser los portadores de un poco de felicidad e ilusión a tu navidad.
Un abrazo y un beso de tus amigos