domingo, 24 de mayo de 2009

¿Y CÓMO ES ÉL?...

Hoy voy a contar la historia de un hombre, el cual me sirve de ejemplo de honestidad, de fidelidad, de amor al prójimo, de profesionalidad, de entrega, de caridad, de todo. Un hombre que dio, que da y dará siempre todo por los suyos y por ayudar a los demás. Quizás sea una historia larga, por lo que si lo veo oportuno haré dos entradas.

Un 21 de junio de 1945 año del Señor, en un pueblo de Sevilla, nació en familia humilde JM. Hijo de un ingeniero técnico, trabajador, poco conversador y poco comunicativo.


Con tan solo dos años se trasladan a San Fernando (La isla, Cádiz). Sorprendentemente este es el primer recuerdo de su infancia, esto demuestra su capacidad retentiva para memorizar situaciones. Enfermiza es su obsesión por apuntar las hechos importantes de su vida en papelotes que aún conserva, pues lo de recordar nombres y fechas se le daba fatal.

Hasta los 7 años, su infancia fue como la de todos los niños, quien le iba a decir que tendría una infancia tan corta. Su madre cae enferma, y durante ese periodo la ve empeorar y como la vida se le va consumiendo, hasta que muere. Con la tierna edad de 8 años entierra a su madre (y a continuación va al cole), y su padre, poco conversador, no consigue consolar a sus hijos. "Un niño nunca debería llorar solo", me decía hace menos de un mes, recordando este episodio de su vida.

Apasionado de los paseos largos, pues le transmitían paz y tiempo para pensar, buscaba las rutas más largas para ir al colegio y poder así escapar de esa infancia perdida tras la muerte de su madre. JM es de las pocas personas que conozco que agradece un atasco en la carretera, que disfruta en una sala de espera para que el médico le atienda. Dice que es tiempo que utiliza para reflexionar sobre las cosas y buscar soluciones.

Preocupado por la educación de sus hijos, su padre se vuelve a casar. Fruto de esta unión nacen dos hermanos más. Etapa confusa y bastante dura para JM que con doce años no comprendía esta nueva situación. Este periodo es algo oscuro para mí, pues no habla mucho de él. Una vez me dijo, que en el lecho de muerte de su madrastra, ésta le pidió perdón por todo el daño que le hizo. JM habla con cariño de su madrastra, pero esta última frase da que pensar. Es raro oírle hablar mal de alguien.

Perdonadme, pero quiero retroceder para comentar un punto importante de su vida. Con tan sólo seis años conoció a Carmen, rubia, gaditana y flamenca, de la que deja constancia en uno de esos papelotes, profetizando que Carmen se convertiría en su esposa.

JM fue creciendo, convirtiéndose en un hombre seguro de si mismo, con carácter, bueno, correcto y con ideas bastante claras, y muy muy chulo. Pero una chulería buena, esa que provoca el saber que haces lo correcto, esa chulería que da la seguridad en uno mismo. Moreno, de mirada penetrante, con pelo negro azabache, guapo y fuerte, era (y es) admirado y querido, a la vez que respetado, no por su fuerza (que también) sino por la seguridad en sus decisiones y en sus palabras. La gimnasia era otro medio para evadirse de su casa. Un día, un profesor de gimnasia quiso enseñar a sus alumnos (17 años) una llave de judo para zafarse de una agresión. Llamó a un voluntario, y los alumnos miraron a JM. El profesor le dijo "agárrame con todas tus fuerzas del cuello con las dos manos". El profesor acabó en el suelo medio inconsciente porque no consiguió zafarse de JM.

Fue creciendo, con las dificultades típicas de un chaval que ha perdido el amor de una madre. Obsesionado por salir lo antes posible de su casa, decide hacer carrera militar, pero tras tres intentos fallidos desiste. Tras una breve reflexión bajo la tutela de Dios, del que es un enamorado, y en el que confía ciegamente, apuesta por una ingeniería técnica, dejando a un lado su vocación médica (su carrera frustrada). Una vez terminado sus estudios, se traslada a Sevilla con su esposa Carmen, para trabajar en los astilleros.

A los tres años de estar allí, llega a lo más alto de su carrera, un techo demasiado bajo para una cabeza tan grande, por lo que decide buscar otros ingresos, y consigue hacerse con el mantenimiento integral de varios colegios importantes, instituciones y edificios. Con sólo treinta y tres años es dueño de un patrimonio valorado en 500 millones de las antiguas pesetas, se convierte en el director más joven de los astilleros, y se convertía en padre por séptima vez. Con unos ingresos mensuales que superaban con creces el millón de pesetas, se embarca en la aventura de consolidar su trabajo en los colegios, creando una empresa de mantenimiento.

JM nunca le gustaron las reuniones en sociedad, las típicas en la que la gente crea lazos de "amistad" para conseguir trabajos. Nunca le ha gustado que le laman el culo y menos aún lamerlo (perdón por el vocabulario). Esto hizo, en mi opinión, que más de uno le adelantara por la derecha, y que otros le cogieran "manía". Cuando JM acudía a estas reuniones los malos le temían y los buenos lo buscaban para escuchar su opinión. Desgraciadamente siempre han abundado más los malos que los buenos.

Esto a los colegios y a los demás clientes no les gustó, ya que facturaban en negro. Estamos hablando del año 81 al 92 más o menos, para que os situéis. En el 87, con nueve hijos en el mundo, los colegios rompen sus acuerdos promovidos por un caradura y una parte importante de los ingresos desaparecen. En mi opinión, creo que aquí se crea algún que otro enemigo.

Si tuviera que describir a JM diría que es una persona honesta, honrada, con una profunda confianza en Dios, seguro de si mismo. Persona cercana y atenta, preocupado por los demás (primero por su familia, claro), transparente, confiada, cariñosa (a su manera) es decir, el nunca dará un abrazo sin motivos ni gritará de alegría ni nada de eso, pero notas que en cada palabra que sale de su boca hay cariño y que lo que dice lo dice para ayudarte porque eso es lo único que pretende y porque le importas. Siempre a dicho lo que ha pensado y si no estaba de acuerdo con alguna actuación ha cantado las cuarenta cuando ha sido conveniente. No existe doblez en él, es así con todo el mundo. Protector de su familia, ha estado disponible en todo momento cuando lo han necesitado, ya fueran las 12 de la mañana o las 3 de la madrugada. Siempre se ha comunicado con sus hijos, ha charlado, conversado, sermoneado, reñido, aconsejado, apoyado, animado, levantado, consolado, llorado, confiado, reído, trabajado, ha jugado y ha disfrutado con ellos. No es un amigo, como se suele decir hoy día, es mucho más que eso, es un padre.

Bueno por hoy ya está bien,


Sed buenos.

4 comentarios:

Flor dijo...

Ayyy, qué lindo!! Me he quedado súper intrigada.

Un besito y disfruta del domingo.

PD: La música, muy buena.

Tomás dijo...

Me alegro que te haya gustado.

gracias por pasarte por aqui

Un besote

Rehtse dijo...

Hola Tomás,

Qué palabras más bonitas.
Yo que tengo la suerte de conocer a tu padre ratifico su forma de ser y su nobleza. Para mí lo mejor de todo es que puedes hablar con el de tus problemas y te da consejos como si fuera tu padre porque lo que te dice te lo dice de corazón.
Es una persona muy buena y honesta por eso al día de hoy te puedo decir que no puedo estar más contenta de tener un jefe como el, ya que por desgracia hay pocos con su carisma.

Oye, cambiando de tema.... haber si cuando ya esté buena me haces una visita no?
Venga un saludito que con las ronchas no puedo dar besitos :)

Tomás dijo...

Joe Rehtse te has cargado el anonimato de JM, has desvelado quien es. jeje

bueno no pasa nada, supongo que era obvio.

no te preocupes que cuando estés recuperada caerá alguna visitilla.

Hasta luego