miércoles, 25 de marzo de 2009

UN PENSAMIENTO

Ayer fue un día de esos en los que te acuestas con una lección aprendida.

El domingo a mi hermana se le estropeó la lavadora y me lo comentó y le dije que esta semana iría a echarle un vistazo para ver si tenía solución o no.

Así pues, me dispuse a ir a su casa con las herramientas pertinentes. Y como hago siempre cuando tengo que reparar algo me encomendé a todos los santos y demás espíritus conocidos ya que se, que si no lo consigo arreglar eso supondrá un gasto importante y la verdad que no está la economía en su mejor momento, y sobre todo porque no tengo conocimientos ni estudios para reparar nada, simplemente tengo buena voluntad.

Fuí con una idea clara, "el fallo está en bomba", por lo que me explicó mi hermana. Saqué la pesada máquina de su rincón, desmonté los laterales, la tumbé y comencé mi faena. Me fui a la bomba y cual fue mi sorpresa y mi breve alegría al descubrir en ella un palo que obstruía e impedía su correcto funcionamiento. Digo breve porque al extraer el palo (sin desmontar la bomba), levanté el aparato, lo enchufé y.......seguía sin funcionar.

A esto, mi cuñado me decía: "Qué si hace falta vamos a comprar una", a lo cual respondí: "La lavadora la arreglo".....No se como pero estaba convencido de que tarde o temprano daría con la tecla.

Una vez más tumbé la dichosa lavadora, comprobé los circuitos, saqué los cables, miré la corriente, llegué al programador, y nada.......No encontré nada.......Me senté, respiré hondo, y de nuevo mi cuñado "Me voy al Carrefour a comprar una"......A lo que contesté "la lavadora la arreglo". Esta vez sabía como, pues al comprabar todo y ver que todo funcionaba correctamente solo me quedaba la bomba, la cual seguía sin funcionar a pesar de sacar el maldito palito.

Así pues me dispuse de nuevo a revisarla, pero esta vez iba hacerlo bien, desmontando y sacándola. Una vez en mis manos, me la llevé fuera y al mirar por una de sus bocas me encontré otro palitroque. Llamé a mi cuñado, se lo enseñé y él se entretuvo en sacarlo.

Una vez fuera, volvía montarla, enchufé la lavadora y.......LISTO. Funcionaba perfectamente.

Que quiero decir con todo este rollo. Que la perseverancia es la que nos lleva al éxito, tarde o temprano, pero nos lleva. Siendo conciente, por supuesto, que podemos confundir la perseverancia con cabezonería, lo cual son dos cosas muy distinta.

En mi caso yo tenía claro que la iba arreglar, pues conocía el fallo, pero el exceso de confianza me la jugó (una vez más), y descarté la bomba al quitarle el primer palo, en vez de cerciorarme.

Debemos perserverar en todas la tareas cotidianas y en las que no lo son. Perseverancia en hacer un buen trabajo, en intentar ser un buen novi@, espos@, padre, hijo, en luchar un día y otro también, en sonreir aunque tu cuerpo esté lleno de dolores. Perseverancia en levantarse aunque la vida no deje de darnos golpes. No es fácil, lo reconozco, pero la sensación de satisfación que te deja al conseguir eso por lo que tanto has luchado, esa es la chispa de la vida (Y no la coca-cola), eso es lo que al final te hace feliz.

Perseverar... se me viene a la cabeza una frase: "Comenzar es de muchos, seguir, de pocos.

Sed buenos

6 comentarios:

Manuel Benjumea dijo...

si es estas hecho todo un manitas.... yo si llego a desmontar la lavadora, me podria tirar años poniendo cada pieza en su sitio.
Pero perseverancia si tengo, aprendo de mis errores.
un saludo.

Tomás dijo...

Ya ves,,,yo en la cocina me pierdo no como tú, pero entre tuercas y grasas estoy en mi salsa

un saludo

MARIETA dijo...

Vaya post interesante, sí señor. Sobre todo eso de no confundir perseverancia con cabezonería.
Saludiños.

Tomás dijo...

me alegro que te haya gustado, aunque no se si lo ultimo lo dicse con sarcasmo jeje

saludiños

benjamin dijo...

jajaja! otra vez me hiciste reir... buena moraleja la del final

Tomás dijo...

voy a empezar a creer qeu te reis de todo, tenga gracia o no

me alegro que te haya divertido esto post, y que la moraleja te parezca buena

chao