lunes, 4 de agosto de 2008

EN BUSCA DE L A FELICIDAD


Este fin de semana he vuelto a disfrutar de la amistad, del cine, del caluroso verano de mi ciudad, y de risas entre copas y anécdotas de toda clase. Como anécdota curiosa la de un ingeniero de “teleco”con nombre y apellido, el cual, decidió meter la mano en aceite hirviendo pensando que si era lo suficientemente rápido no se quemaría (lo intentó dos veces). DE TELECO, INGENIERO… sin comentarios.

Ha sido un fin de semana en el que me han rondado por la cabeza los conceptos de amor y felicidad. Tesoros que todo ser humano aspira a conseguir, a conquistar, y una vez conquistado mantenerlos y no perderlos. Pero ¿Dónde se encuentra estos tesoros?

Empecemos, según la RAE, por definir que es cada cosa:

· AMOR:

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.

3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

· FELICIDAD:

1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.

2. f. Satisfacción, gusto, contento.

3. f. Suerte feliz.

Quizás un poeta podría recitar un poema para definirlo, un escritor podría relatar la historia ficticia para comprenderlo, un romántico empedernido nos diría algo tan cursi que nos sonrojaríamos, un hippy gritaría "haz el amor no la guerra, viva las orgías" o un despechado nos podrían dar la definición negativa y negra de ambas palabras pero acabaríamos tan aplomados y tristes que no tendriamos ganas ni de ser felices ni de encontrar el amor, pero ¿de verdad nos interesa saber que significa y cuales son sus síntomas? Pues no.

Como buenos tesoros que son, están ocultos y la pregunta que nos hacemos es ¿Cómo podemos encontrarlos? Es aquí el meollo de todo.

La felicidad no está en tener, y con esto me cargo la definición de la RAE (espero que me perdonen) esa felicidad es pasajera. Cuando uno se compra un “peaso” de coche, una play 3, una casa, etc, la felicidad que siente es pasajera, pues tal y como pasen los días esa felicidad, aparentemente real, se va difuminando. Si ponemos nuestra felicidad en cosas materiales, ésta irá perdiendo su valor como cualquier cosa material, que se deteriora con el tiempo.

La felicidad está en sentirse útil, en poder ayudar a los demás, en saber que de ti depende que una persona esté mejor o peor, o que una persona (amig@, novi@, herman@, desconocid@) necesita tu apoyo o ayuda para seguir adelante. La felicidad está en hacer grandes hazañas, como ceder el asiento en el bus, ¿gran hazaña? Para el abuelo probablemente lo sea., para ti y el resto del bus sea una pequeña hazaña, todo depende desde el punto de vista que se mire. La felicidad se encuentra en escuchar, en ayudar, en consolar, en apoyar, desinteresadamente al resto de personas que están a nuestro alrededor. Por supuesto, sin que nos tomen el pelo o por tontos. Subrayo desinteresadamente, es decir, hay que hacer esto sin interés a encontrar la felicidad. Es complicado lo sé. Pero cuando conseguimos hacerlo desinteresadamente encontraremos la felicidad, y una vez encontrada podremos comenzar la búsqueda del amor.

El amor se mantiene gracias a la felicidad, es decir, cuando intentamos hacer feliz, por encima de todo, a nuestra pareja. Cuando ponemos nuestro bienestar por encima de nuestra pareja o de nuestros hijos la cosa empieza a funcionar mal.

Pero del amor, ya hablaré en otro post, hoy sólo me centraré en la felicidad.

Nuestra sociedad está falta de héroes. Pero no de los de espada y antifaz, ni de caballeros sobre corceles blancos con sable en mano gritando “Infieles morid”. No. Esos tiempos ya pasaron. Necesitamos héroes preocupados por el resto de habitantes. Héroes que sean capaces de parar el coche, bajarse y ayudar a una persona mayor a cruzar, u ofrecerse acercarla a su casa pues va cargada de bolsas de la compra. O el simple detalle de acercarse a una persona a la que vemos llorando. Héroes dispuestos a dar su tiempo por los demás.

Estamos deseosos de ayudar pero por vergüenza, por miedo al que dirá y por la maldita excusa de “nadie lo haría por mi” dejamos pasar oportunidades de ayudar y de ser mejores persona.

El ser humano está deseoso de ser ayudado, pero estamos tan temerosos y acostumbrados a que se aprovechen de nosotros, que nos engañen, y que nos hagan daño que cuando nos encontramos a un héroe pensamos mal de él y desconfiamos.

Creo, y estoy convencido, que la iglesia gracias a la moral que tiene y que procura trasmitir (aunque halla gente dentro que después falle y sean auténticos delincuentes) consigue formar héroes. Dejando a un lado las creencias, la educación cristiana es beneficiosa para la sociedad, pues no hay ninguna asociación, ninguna empresa, ninguna asignatura, que te enseñe a ayudar y a preocuparte del resto de los habitantes de este mundo desinteresadamente, o al menos yo no la conozco.

Saludos y sed buenos y felices

2 comentarios:

Blanca dijo...

Una entrada vieja ya, !y sin comentarios!
Sabes, cuando estuve en hospital para tener a mi bebé, mediante cesárea, en cama,una enfermera me dijo: no te dejas ayudar. Yo quería apoyo, ayuda, orientación, pero la verdad, no sabia ponerme en manos ajenas. Yo,joven, fuerte, ¿como iba a dejar que movieran mi cuerpo, sin aportar acción, ayudando también? Orgullo, vergüenza, que se yo, y a veces eso mismo, no te deja ayudar a otros. Aprendemos de todos, todos los días, creo que de ahí, empecé a dejar que me ayudaran, en formas que nunca antes había aceptado, porque así me educaron. Hasta luego amigo.

Tomás dijo...

Buenas Blanca

Efectivamente no tiene comentarios, como muchos de mis post,quizás porque digo verdades que la gente no le gusta escuchar, tal vez porque escribo tonterias, sinceramente, no me importa, escribo principalmente para mi,
tu eres la primera, así pues muchas gracias

Yo he aprendido ayudar, sin embargo no dejo que me ayuden, es algo raro, lo se, y esto me hace perder, de algún modo, a gente querida


¿Con que edad tuvistes a tu niño?

CHao amigo