miércoles, 13 de enero de 2010

TE MARCHAS PARA NO VOLVER....

La juventud es una enfermedad que se cura con los años... Decía un sabio ya desaparecido, y ayer viendo un programa de la caja tonta evocó esta frase a mi mala cabeza. Digo mala porque al instante se puso a pensar y a cavilar el porque de ciertos comportamientos del ser humano.

Un señor bien entrado en años, con más de medio siglo sobre sus espaldas, salía en la tele para contar que estaba enamorado de su vecina de la calle de abajo. Seguro que muchos diréis eso de "Que bonito". Pues a mi me parece una bazofia, lo siento mucho. Jamás entenderé porque una persona tiene que salir en la tele para decir que quiere a alguien, o para contar que tiene un problema con fulanito, o que su hermana le roba, o vete tu saber la historia retorcida que se les puede ocurrir. No entiendo porque una familia a de ir a las cámaras para contar las desgracias ocurridas en su vida, no comprendo esa necesidad de relatar sus intimidades, no capto el fin de estos actos públicos, los cuales, en ocasiones, son humillantes.

Claro que se que detrás de todo esto hay un recompensa económica pero el dinero no lo es todo. (Y lo dice uno que sabe mucho del tema) No todo puede ser dinero.

Porque una señora de 65 años sale en el diario de Patricia con la excusa de decirle a un pretendiente que ella no quiere nada con él. ¿Qué sin razón es esta?
¿No es acaso un acto infantil hacer eso? ¿Porqué nos empeñamos en actuar como adolescentes? "Tristemente" envejecemos y vamos siendo más precisos en las distintas encrucijadas que la vida nos pone. Y lo que antes era un quebradero de cabeza ahora sólo es un suspiro. Que tiempos aquellos en los que te acercabas a una chica, después de días observándola y de hablar con las amigas, para decirle eso de "¿quieres salir conmigo?" (en mi caso, ¿vamos a la fuente?). Se aceleraba el corazón, las pupilas se dilataban, las manos sudaban y la boca seca cual desierto... Esa sensación de descontrol, de puro nerviosismo.... de miedo. Pero ya se fue, ya maduramos, ¿porqué queremos recuperarla?.

Con los años uno deja de hablar con las amigas para saber si le gusto o le dejo de gustar, ya no tratamos con las amigas para que le hable de nosotros, ahora somos directos, pedimos el teléfono o le preguntamos si tienen pareja. ¿Qué penuria es la que hace que tengamos que ir a la caja tonta para declararnos, para divorciarnos, para decir nuestra tendencia sexual, para llorar públicamente,? ¿Porqué este circo de chismorreo, de criticas.? ¿Qué oscuro interés hay para querer volver a ese estado adolescente, inseguro, y de miedos? No es acaso mejor caminar por la vida con el desparpajo que dan los años.

Antes nos sentábamos todos a ver una de las grandes series de la tele "El hombre y la Tierra". Alrededor de la tele, con la mesa camilla y la estufa encendida, padres e hijos, todos juntos para ver un documental. Ahora eso ya no es posible, porque de todos los programas que emiten el 95% sólo te enseñan basura.

Alguien me dirá " es que antes sólo existían dos cadenas". Y es cierto, pero también existía lo opción de irse a la cama a leerse un libro. Vicio ya olvidado por mucho de los jóvenes que pueblan este bendito país.

Tener un espíritu joven no significa hacer cosas de jóvenes, y tampoco inmaduras, y menos aún tomar decisiones a lo loco. Tener un alma joven es tener ganas de vivir, mantener las ilusiones en seguir luchando incluso cuando las fuerzas flaquean, es divertirse con lo más insignificante, es mirar a tu pareja y seguir viendola tan guap@ como siempre. Todo lo demás, es una estupidez.

Sed buenos.

Aquí os dejo un poema de Rubén Darío

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y aflicción.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...

Juventud, divino tesoro
¡ya te vas para no volver...!
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

La otra fue más sensitiva,
y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
cual no pensé encontrar jamás.

Pues a su continua ternura
una pasión violenta unía.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvía...

En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
Y le mató, triste y pequeño
falto de luz, falto de fe...

Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión
y que me roería, loca,
con sus dientes el corazón

poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
síntesis de la eternidad:

y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar, no lloro,
¡y a veces lloro sin querer!

¡Y las demás!, en tantos climas,
en tantas tierras, siempre son,
si no pretexto de mis rimas,
fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!

Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris me acerco
a los rosales del jardín...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

¡Mas es mía el Alba de oro!


2 comentarios:

Gaby dijo...

En lo personal, no me gusta ver televisión, y mucho menos esos programas tontos en los que gustan de degradar la moral y ridiculizar a la gente...
y yo también me he preguntado muchas veces, lo mismo que tú comentaste, Por qué es que la gente gusta de ir a externar sus problemas justamente ahí?
Pues bien, probablemente, por dinero. Dinero es lo que ultimamente mueve a la gente... (ojo que no generalizo)
Yo digo que todo esto, es una enorme cadena, y se origina principalmente por el morbo de las personas por saber la vida de los demás, sobre todo las reacciones, nos gusta ver gritos, peleas, confesiones, lagrimas etc etc etc... y de ahí que se ofresca dinero para quien se atreva a hacer semajante ridiculo en televisión... (a lo que hemos llegado por dinero...)

En cuanto a la madurez, te doy toda la razón.
Me encantó este parrafo:
"Tener un espíritu joven no significa hacer cosas de jóvenes, y tampoco inmaduras, y menos aún tomar decisiones a lo loco. Tener un alma joven es tener ganas de vivir, mantener las ilusiones en seguir luchando incluso cuando las fuerzas flaquean"

Por cierto que Ruben Dario me encanta...

Besitos...

Tomás dijo...

Pues ya somos dos, a mi tampoco me gusta ver la television, prefiero ver un dvd

Estoy de acuerdo con lo que dices, es por el morbo, el morbo que da ver a una persona igual que tú, con tus mismos problemas, con tus mismas penas y alegrias, y en definitiva sentirse comprendido o incluso menos desgraciados porque los hay que lo estan pasando peor,..ya lo dice el refrán mal de muchos consuelo de tontos...

Un besito chao