MAL DE AMORES

En el fragor de la batalla de cada día se vislumbra la belleza de la vida, se descubre al valiente, se juzga al villano, se localiza al traidor, se huele al cobarde, se ayuda al herido, se alimenta el amor, se abraza al conspirador, se ataca al débil, se matan los sentimientos,

Un soldado camina hacia su puesto, no sabe si será su último día, ya no siente miedo por lo desconocido, ni teme al sueño eterno. Una herida abierta en su pecho nos permite ver su corazón mal herido, aún late con fuerza, aún hay vida en él. Sus ojos llenos de desconfianza y frialdad, están fijos en el infinito. Camina sin pena ni gloria por el valle de los desamores. A su paso, otras pobres almas que han sufrido el famoso mal de amores, pasan a su lado pero nadie se fija en nadie, no dicen nada, como si se tratase de fantasmas.

No sabe cual será su próximo destino, sólo quiere que pasen los días lo más rápido posible y olvidar. Quiere que su herida se cierre y que la cicatriz que le deje no sea demasiado grande.

Su amor, su corazón, su fidelidad, él todo se lo entregó, y ella, como si de un desconocido se tratase, le abrió su pecho con las manos frías, y le introdujo el corazón roto. El corazón que él, con tanto amor había cuidado y mimado, y que años atrás le entregó, ahora vuelve a él, malherido y sucio….

En el fragor de la batalla de cada día se vislumbra la belleza de la vida….